lunes, 17 de agosto de 2015

Los Cinco errores que evitan adelgazar...!!

Son muchas las cosas que hacemos para tratar de adelgazar,pero también son muchos los errores que cometemos en el proceso guiándonos de mitos y falsos dogmas que, al final, han boicoteado cualquier intento de perder unos kilos.

Y es que, sobre todo cuando el verano llama a nuestra puerta, a muchos les entran las prisas por conseguir los objetivos que planeamos al comienzo del año.
Pero como todos sabemos, tanto para mejorar el rendimiento como la apariencia física, hay que concienciarse de que es una carrera de fondo, y que de nada servirá darse la paliza entrado el mes de junio. Si no has hecho nada en todo el año, deberás empezar por el principio identificando y evitando estos 5 errores que no te permiten perder grasa:
  1. Sobrestimar el agua que bebes: durante todo el año, aunque con más razón, con las altas temperaturas, nuestro cuerpo necesita estar bien hidratado. No solo para evitar problemas de salud, sino también para perder grasa. Cuando no le damos la suficiente agua al organismo, los riñones no pueden realizar correctamente su función y le dejan esa carga de trabajo al hígado(encargado, entre otras cosas, de metabolizar los lípidos). Tampoco podrás rendir bien en tus actividades deportivas si no estás correctamente hidratado, ya que si no repones los minerales perdidos mediante el sudor, tu rendimiento empeorará. Además, no beber agua favorece la retención de líquidos, lo cual hará que te notes más hinchado. Y no, no sirve tomar muchos refrescos, ya que su, normalmente, alto contenido de azúcares no solo no te quitarán la sed sino que te darán más ganas de beber. Si aún así te cuesta acordarte de beber agua, aquí tienes una aplicación para smartphones que te indica cuánta cantidad deberías tomar y cómo llevar un control.
  2. No dormir lo suficiente: si bien es cierto que mucha culpa la tiene nuestro ritmo de vida (hay situaciones contra las que no podemos luchar, y una de ellas son los horarios españoles como ya hemos explicado), la verdad es que nosotros tampoco hacemos nada por cambiarlo. A pesar de que nos levantamos temprano para ir a trabajar, seguimos acostándonos a partir de las 23:00, como pronto. Al final, esta falta de sueño se traduce en el aumento de una hormona, el cortisol, que no solo provoca una situación de catabolismo sino que además, a la larga, acaba fomentando la acumulación de grasa abdominal.
  3. No entrenar suficiente, o hacerlo demasiado: como ya nos advertía Aristóteles: “Los extremos no son buenos”. Y de nada sirve entrenar mucho si no dejamos descansar el cuerpo del esfuerzo realizado. Todo lo contrario. Esto acabaría evolucionando hacia un sobre entrenamiento que no solo no te hará ganar masa muscular y estar más fuerte, sino que atajará cualquier intento por conseguirlo. Del mismo modo, aunque mediante la dieta se pueda conseguir una bajada importante de peso, si lo que se busca es mejorar la composición corporal y vernos mejor en el espejo, necesitarás pasarte por la sala de pesas y darle a los hierros. ¡No hay más misterio!
  4. Cuidar los alimentos sólidos que comemos y olvidar los líquidos: a pesar de que la mayoría de las personas que intentan cuidar su dieta llevan un control de los alimentos que van a formar parte de su menú semanal, lo cierto es que muchas veces olvidan incluir dentro de eseplanning las bebidas que toman. ¿Es que los líquidos no aportan calorías? Por supuesto que sí, y normalmente muchas más de las que nos pensamos. Los refrescos, los zumos, y los típicos productos veraniegos que nos encontramos en el mercado o en las terrazas suelen estar compuestos principalmente por azúcar, lo cual es equivalente a tomarse un paquete de gominolas o unas cuantas cucharadas del azucarero. Aprovecha para beber tés, smoothies naturales y cafés fríos sin extra de calorías.
  5. Llevar una dieta demasiado estricta: no comer tampoco es la solución a tus problemas. Aunque es verdad que en un primer momento una restricción calórica va a ayudarte a perder grasa, si se prolonga demasiado en el tiempo puede provocar que te alejes de tu objetivo. Esto se produce porque nuestro cuerpo disminuye los niveles de leptina, hormona que regula el apetito y controla el gasto calórico. ¿La solución? Hacer un reefeed, como bien explicamos en “La importancia del refeed y por qué no estás perdiendo grasa como deberías“, para engañar al organismo y hacer que vuelva a segregar esta hormona.

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