Sarah Smith, de 42 años de edad, mujer británica y madre de dos hijos sufría constantemente de migrañas y de indigestión. Su médico y nutricionista le sugirió que dejara de tomar cafeína y aumentara su consumo de agua.
Semana Uno: 71 cm de cintura, 53 kg de peso
Sarah consultó a su médico de cabecera sobre si tomar tres litros de agua afectaría a su salud.
“Yo sugiero que tome una gran jarra de agua por la mañana, otro por la tarde y otra por la noche”, dice.
“Los riñones, que eliminan a través de la orina todos los deshechos de los alimentos, y obteniendo una gran dosis de agua podra así excretarlos con mayor facilidad .”
En la primera semana, Sarah se dio cuenta de que estaba orinando con más frecuencia, sus intestinos eran menos lentos, y su flexibilidad había mejorado.
Segunda semana: 71 cm de cintura, 52 kg de peso
Después de la segunda semana se dio cuenta de que su dolor de cabeza se había ido, y su digestión había mejorado. Tenía la piel menos arrugada, y su tez estaba mucho mejor. También perdió peso.
“Mi tez está mejorando y mi tono de piel es más uniforme. Todavía tengo arrugas debajo de los ojos, pero están mas atenuadas que antes. Las manchas de la cara se están disipando, y mis ojeras están menos pronunciadas “, dice ella.
Tercera semana: 69 cm de cintura, 52 kg de peso
En la tercera semana su cintura medía menos. También se dio cuenta de que estaba comiendo menos porque el agua durante las comidas la hacía saciarse más rápido. Los estudios muestran que el 37% de la gente suele confundir tener sed con el hambre.
Cuarta semana: 68 cm de cintura, 51 kg de peso
Ella perdió mas de la cintura. También notó que sus ojeras habían desaparecido por completo. Su piel también se volvió más suave y tenía un aspecto más joven.
“Yo realmente no puedo creer el gran cambio en mi cara. Me veo como una mujer diferente. Las ojeras han desaparecido al igual que las manchas que tenía. Tengo la piel como cuando era niña. La transformación es más que notable “.
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